Pensamientos, fotografías, sentimientos

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Algo para pensar mientras estamos cómodos en nuestras sillas y frente a un computador.

No solo debe cultivarse el intelecto... tambien debemos tomarnos el tiempo de cuidar nuestro corazón.

Tomando estas fotos me he llevado mi dosis de adrenalina, temor y audacia que en el dia a dia duermen apacibles y pasan inadvertidas.

En un barrio de invasión al nororiente de Bogotá (calle 161 con carrera 6) fue la última posibilidad que se me ocurrió para tomar una foto de la ciudad, y por cuestiones de logística y tiempo fue la opción que tomé.

Una vez me bajé del bus, me adentré en un pequeño cerro que sobresalia en uno de los lados del barrio. éste daba una perfecta posición para las fotografías pero tenía una desventaja: era frecuentado casi exclusivamente por pandilleros y drogadictos.

cuando me subí a la posición elevada, noté de reojo que un muchacho, con ropas casuales anchas que liaba un cigarrillo (o muy probablemente otra cosa) me observaba mientras los hacia, me hizo pensar que no podia demorarme mucho y que tal vez corria peligro en ese abandonado lugar.

me senté y tomé las fotografias iniciales (las de "ajuste" de la camara) y no pasaron ni tres minutos cuando un hombre de mediana edad con apariencia de mendigo sube hasta mi posición y me dice con tono fuerte: "usted que hace aquí!!!!"

Asustado, realmente no por mi integridad física sino por mi computador y mi equipo fotográfico, intento no demostrar temor alguno y con una sonrisa casi fingida y voz clara le respondo: "solo veo el paisaje, soy fotógrafo."

este personaje, realmente con mala apariencia se queda un momento mirandome...intercambiamos miradas por un instante y parecía que pensara su próximo movimiento sin dejar de verme fijamente. y asi fué, llamó al muchacho que me vió subir cn un grito que decía: "aquí está!!, está tomando fotos!"

en ese instante guardé mi cámara en el morral, me levanté del suelo e intenté irme del lugar pero solo habia una subida y ellos la estaban obstaculizando, pensé que llegaba la hora de tomar decisiones drásticas...

ahi, frente a frente, les digo a ellos dos una blanca mentira: "todo bien, soy fotografo de la alcaldía de Bogotá, estas fotos van a la página web de la ciudad y son para traer mas turistas"

los dos se miran mutuamente y me preguntan: "por que en este barrio?"

lentamente levanto mi mano, doy media vuelta, señalo el horizonte y digo: "dónde más se puede ver un atardecer tan bonito como éste?"
es cierto, era un atardecer hermoso, a pesar de ser época de lluvias se veía semidespejado e incluso la luna visible.

al decir esto me quedo un instante contemplando la vista y vuelvo mi rostro hacia ellos y digo: "parce, soy fotografo, todo bien, no quiero molestarlos"

el mendigo con una actitud mas dócil pero prevenida, señalando un punto el la base del cerro me dice "ojo parcero, pero tenga cuidado que hay un man que mas tarde viene por allá y ese se lo va bajando" . y poniendo su mano para recibir dice, "paseme algo de plata para comer".

ya relajado y en tono amistoso le digo: "parce, no tengo pero si quiere vamos a una panadería del barrio y comemos algo". obviamente sabia que me pedia dinero para patrocinar su vicio un dia mas.

y el replica en tono suave: "mas tarde como algo, paseme algo de plata". ahí meto mi mano al bolsillo y saco solo algunas monedas. se las entrego en su mano extendida y una tenue sonrisa digo. "suerte parce, que les vaya bien."

bajé del cerro y ellos dos se quedaron. mientras me alejaba sentia mi corazón latir aceleradamente y en mi mente hice un comentario jocoso: "ésta es la dosis de adrenalina de la semana"


obviamente un encuentro arriesgado no me iba a dañar el momento: muy cerca del pequeño cerro pero a menor altura encontré un parqueadero, parecía una parada de buses y sin pensarlo tanto entré en el para seguir mis tomas... ahí comienza la segunda historia.

Aunque admito tener prejuicios ante ciertos tipos de "culturas urbanas" me pareció fascinante y admirable no solo la destreza sino también la entrega de estos jóvenes en Bogotá, al realizar estas prácticas que en perspectiva son la manera de compartir en una tertulia nocturna.

es esta la hora de ver mas allá, dejar las ataduras mentales y superficiales que en esencia son solo dogmas que no alimentan, solo carcomen y roen la mente y lentamente se llevan la virtud. Es la hora de concentrarse en que no hay lugar para el resentimiento hacia los otros. por mas diferencias idiomaticas, ideológicas y hasta burocráticas. es un ideal (como los muchos que mantengo con vida) para que el vivir en comunidad sea una experiencia creativa y no lo que a veces es: una obligación llena de temores.

Siempre es impresionante que una simple caminata nocturna nos abra la mente y nos saque de la rutina del dia a dia.

es nuestra necesidad de más y más la que nos impulsa a hacerlo. salir de rutinas, leer, aprender, conocer, reconocer y tecnicamente vivir, vivir cuando el resto cree que vive pero nunca han abierto los ojos... de la razón ni del corazón.

Aqui es, donde una cámara es un medio y no solo un adminículo costoso. la cámara toma la imagen, pero es la necesidad lo que me impulsa a enfocarme a ciertas cosas y es mi corazón enamorado el que fuerza mi dedo indice.

no busco exponer motivos ni justificaciones para tomar imagenes, pero si para expresar, sentir, soñar, soñar, soñar y definitivamente seguir en el sueño. aqui es el punto, donde hay una clara separación entre la persona agobiada por sus quehaceres rutinarios y una persona agobiada por sus quehaceres rutinarios que busca algo que no encuentra. Hay algo en mi vida que falta y la busqueda cada dia es mas interesante. Qué es lo que busco? qué me ofrece l mundo y no he podido encontrar?

MÁS SUEÑOS
MÁS SENTIMIENTOS
MÁS INTELIGENCIA
MENOS CONFORMISMO

menos de lo que nubla la mente y agota el corazón.